Ya el Papa Pablo VI había convocado a la Iglesia a vivir un año especial de la Fe y desde el 29 de junio de 1967 al 30 de junio de 1968 se realizó este acontecimiento donde se recordó el XIX centenario del martirio de los Apóstoles Pedro y Pablo y en la clausura de este año de gracia proclamó el Credo del Pueblo de Dios. El Papa Benedicto XVI consciente de este hecho de su antecesor, vuelve a convocar el Año de la Fe como un momento de gracia y de compromiso por una plena conversión a Dios, con el fin de reforzar la Fe en Él y de anunciarlo con alegría a todos los hombres de hoy.
La Iglesia está siempre preocupada por mantener a sus fieles en una misma Fe, sabe también que hay muchos enemigos que quieren confundir y hacer desviar del camino a sus devotos. Un año dedicado de manera especial a la Fe, es sin duda alguna, querer conservar y mantener una posición clara de esta virtud y de purificarla de todo lo que la corroe, de manera que se alimente y se fortalezca cada día más, a nivel personal y comunitario. Este momento especial hará que muchas personas que se han alejado de la Iglesia, vuelvan nuevamente a las manos de Dios y se conviertan en nuevos mensajeros del Evangelio.
Me gusto mucho este artículo porque me parece muy importante lo que pretende el Papa con el año de fe porque con toda sinceridad creo que esto es una gran oportunidad para crecer espiritualmente especialmente en la fe que es algo tan importante y de la cual olvidamos que es la que nos da fortaleza y nos hace sentir vivos.
ResponderEliminaryo si estoy completamente segura que servirá para que muchas personas que se han alejado de la iglesia vuelvan otra vez a las manos de Dios tal y como lo dice este artículo.
Importantísimo que el papá busque estrategias para que los católicos seamos más creyentes y los que se han ido vuelvan llenos de fe y amor.
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