De crítica y lamentable es la situación que está viviendo nuestro planeta, ya sea por el mal tiempo o por la situación social, política, religiosa. Son tantas las situaciones que estamos viviendo que nos pone a reflexionar. En Australia gran parte del territorio está inundado, centenares de muertos y miles de damnificados ha dejado el mal tiempo, devastando gran parte de este territorio. Al norte de Africa, en Túnez, la situación también es preocupante, hasta ahora se habla de 50 víctimas y una cantidad mayor de heridos, a causa de los encuentros violentos entre manifestantes y fuerza pública, haciendo que la condición cada día empeore. En Brasil, la realidad no es la mejor, las fuertes lluvias pusieron en alarma a este país que vive un verdadero drama, mas de 500 muertos ha causado el mal tiempo y los deslizamientos de tierra amenazan con desaparecer pueblos enteros. En Roma, las recientes manifestaciones de los estudiantes contra el gobierno, mostraron una ciudad que parecía estar en una guerra, heridos, carros quemados, puertas de locales destruidas, calles desoladas por el temor. México sigue con serios problemas de violencia, gente decapitada, alcaldes asesinados. Colombia está viviendo también una lamentable situación no solo de violencia, sino también como consecuencia del invierno de los últimos meses, que ha cobrado la vida de centenares de personas y de más de un millon de damnificados, grandes terrenos inundados y que traen como consecuencia desolación y hambre para los proximos meses. La persecución de los cristianos en Egipto y Alejandría también se convierte en una situación crítica que afecta el mundo de hoy, más de 30 muertos ha dejado esta persecución religiosa. En Costa de Marfil se han confirmado mas de 230 víctimas que ha dejado la violencia. Esto es solo una pincelada de lo que está pasando en el mundo, sin hablar de la situación del oriente medio donde todos los días hay muertes por las explosiones de los carrobombas, sin hablar de la crisis económica que está tocando fondo en varios paises. Sin hacer mención de la todavía devastación que sufrió Haití por el terremono de hace un año que parece que fuera ayer y de la epidemia de colera que ha cobrado la vida a miles de haitianos. La pregunta vuelve a resonar una y otra vez: ¿Qué le está pasando a nuestro mundo? ¿Qué estamos haciendo para ayudar ante estos problemas?. Cada uno de nosotros podemos ser parte del problema.
