domingo, 30 de octubre de 2011

LA PAZ, UN COMPROMISO DE TODOS


El pasado 27 de octubre el Papa Benedicto XVI invitó a diferentes jefes y representantes de las Iglesias y comunidades eclesiales y de las Religiones del mundo a un importante encuentro en Asís, la Tierra de San Francisco, el Santo de la Paz, para orar por la Paz, bajo el lema: “Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz”. En el discurso del Papa se acentúa en la importancia de seguir luchando por la paz y la esperanza sobre todo en lugares donde han vivido largos años de guerra y violencia, y donde las consecuencias han sido lamentables. El Sumo Pontífice ve en este encuentro una oportunidad muy grande de continuar aunando esfuerzos para lograr la paz en el mundo e invita de manera especial a todos los representantes para que continúen con valentía en la conquista de este apreciado don con el trabajo de sus fieles.

El Papa ha identificado varios tipos de guerra, resaltando el terrorismo, que es un hecho que ha dejado muchas víctimas inocentes, niños y personas civiles. La ausencia de Dios en el corazón de las personas lleva también a generar violencia y guerra y esta indiferencia ha causado mucho dolor en las comunidades. La verdadera naturaleza de la Religión es fomentar espacios de diálogo y de paz, cuando no se cumplen estos propósitos es porque se está actuando de maneras diferente al querer de Dios y es aquí donde el mismo Vicario de Cristo ha reconocido que la violencia también se ha empleado a nombre de la fe cristiana, lo que contrasta con la verdadera naturaleza de la religión.

Algo que me llama la atención de manera especial es cuando el Papa habla de una “decadencia” del hombre, esto a consecuencia de la falta de fe y de la ambición de algunos poderosos que pretenden beneficiarse a sí mismo arruinando la vida de los demás y en especial a la juventud que se deja atraer fácilmente por las drogas, destruyendo sus propias vidas y las de las personas que los rodean, llevando a una degradación de la sociedad y de la humanidad, dejando como consecuencia la destrucción de la paz y de la armonía.

martes, 18 de octubre de 2011

AÑO DE LA FE

El evento que el Papa Benedicto XVI ha anunciado el pasado 16 de octubre en la Basílica de San Pedro, me ha llamado bastante la atención, se trata de un “Año de Fe” que se realizará desde el 11 de octubre de 2012 hasta el 24 noviembre de 2013 para recordar los 50 años de la apertura del Concilio Vaticano II, es sin duda un evento especial para la Iglesia, sobre todo por los problemas que viene afrontando en los último años, como la Secularización y el Laicismo que han llevado a los fieles a una descristianización, a tal punto que se viene perdiendo el sentido de la Fe, cayendo en un relativismo con relación al pecado y a la moral, creándose un “dios” personal que admite como bueno cualquier acto por inmoral que sea.

Ya el Papa Pablo VI había convocado a la Iglesia a vivir un año especial de la Fe y desde el 29 de junio de 1967 al 30 de junio de 1968 se realizó este acontecimiento donde se recordó el XIX centenario del martirio de los Apóstoles Pedro y Pablo y en la clausura de este año de gracia proclamó el Credo del Pueblo de Dios. El Papa Benedicto XVI consciente de este hecho de su antecesor, vuelve a convocar el Año de la Fe como un momento de gracia y de compromiso por una plena conversión a Dios, con el fin de reforzar la Fe en Él y de anunciarlo con alegría a todos los hombres de hoy.

La Iglesia está siempre preocupada por mantener a sus fieles en una misma Fe, sabe también que hay muchos enemigos que quieren confundir y hacer desviar del camino a sus devotos. Un año dedicado de manera especial a la Fe, es sin duda alguna, querer conservar y mantener una posición clara de esta virtud y de purificarla de todo lo que la corroe, de manera que se alimente y se fortalezca cada día más, a nivel personal y comunitario. Este momento especial hará que muchas personas que se han alejado de la Iglesia, vuelvan nuevamente a las manos de Dios y se conviertan en nuevos mensajeros del Evangelio.

domingo, 9 de octubre de 2011

SILENCIO Y PALABRA

Una luz brilla en el cielo, es Dios que cada día nos muestra el camino que debemos seguir. Una voz nos llama, es Dios que nos habla a través del silencio. Un silencio que nos dice todos los días lo que debemos hacer. Un silecio que nos aturde con su ruidoso silencio y nos hace hablar de las maravillas de Dios, nos invade con su presencia, con su amor, nos invita a seguirlo en todo momento, nos desacomoda y nos compromete a ser mejores cada día.
El silencio es la Palabra más maravillosa del Creador, es la forma más perfecta de hablarnos al corazón y la manera de entrar a nuestros pensamientos, por eso estamos llamados a escucharlo, como Elías, en la suave brisa del viento, donde casi no se oye el rumor del mundo, pero sí la Palabra de Dios, que invade todo y lo penetra todo. Silencio y Palabra.

jueves, 6 de octubre de 2011

UN IDEAL, UN SUEÑO.

De regreso al estudio, terminan unos maravillosos días de vacaciones que he vivido en España, concretamente en Almuñécar de la Arquidiócesis de Granada, donde he vivido momentos muy especiales con gente que he conocido antes y que me han acogido con mucho cariño. Este es mi último año de estudio en Roma, esto implica una serie de cosas, primero que todo termina mi estadia en esta Ciudad Eterna, tambien debo pensar en el trabajo de fin de estudio, la Tesina y que se debe comenzar cuando antes, ya que el año es corto y hay que hacer un excelente trabajo. He pensado realizar un trabajo en fotografía, donde se pueda facilitar como una herramienta pedagógica para la Evangelización. Así como tenemos fotos que van plasmando nuestra historia de todas las actividades y eventos que realizamos, también la fotografía se puede convertir en un medio muy eficaz para continuar anunciando el mensaje de Cristo. La idea es poder realizar un estudio sobre la importante de la fotografía en el tema de la Evangelización, un trabajo que me enriquecerá y aportará algo de importante para la Iglesia. con tu ayuda este sueño se puede realizar.