Son tres momentos principales de la vida del Señor, Pasión, Muerte y Resurrección. Estos tres momentos son intrínsecamente unidos, no puede haber muerte sin pasión, no puede haber resurrección sin muerte, la muerte de Jesús no se entiende sin la resurrección, estos tres acontecimientos nos llevan a comprender la grandeza del amor de Dios que nos ha dado a su Hijo Jesucristo para dar su vida por todos nosotros, pero de manera especial por Ti y por mi. Que este tiempo especial tenga en nosotros el mismo sentido de Cristo, es decir, debemos morir al pecado, para resucitar a la gracia. Cristo es la luz que ilumina nuestros pasos, él es quien nos muestra con ojos de Misericordia el camino que nos conduce al Padre, él es quien nos habla con la verdad y nos lleva a la libertad, él es quien nos da vida eterna.
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