El diálogo debe basarse en una mutua y sincera búsquedad de la verdad. ¿Es posible, para quien tabaja en una oficina de Comunicación de la Iglesia, promover al mismo tiempo el diálogo y la coherencia con el mensaje cristiano?. la eficacia de la comunicación requiere un mensaje claro y definido, que refleja la esencia de lo que uno es. La identidad, así entendida no representa una limitación, sino una fortaleza. El Comunicador de la Iglesia se encuentra de frente al desafío de transmitir a un gran público las características esenciales de la realidad que comunica.
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